Catar surgió de la idea de generar un espacio donde el protagonista sea el vino. Un lugar distendido y cálido, que busca que lo sientas como propio. Tenemos una mirada sobre el vino apasionada y sin protocolos, queremos que el vino vuelva a ser de la gente y no solo de manteles blancos y personas con traje. Después de todo, es tomar algo.
Por un lado tenemos nuestras noches de bar de vinos, donde pueden tomar vinos por copa y por botellas (cerca de 100 etiquetas). También cervezas y vermut para quienes buscan otras opciones. Lo acompañamos con un menú de variadas opciones para picar de excelente materia prima como bruschettas de masa madre, cazuelitas, provoletas, piadinas y tablas de quesos de campo y de estilo francés.
Por otro lado, los días de Catas, un espacio donde vamos cambiando mes a mes la bodega a degustar, para que cada experiencia sea única. Catas por la noche y Catas los fines de semana al mediodía.
A toda esta propuesta le sumamos el arte: exposiciones de cuadros todos los meses, fogones con músicos invitados, y un ciclo de Cine y Vino para que Catar también sea un lugar donde la cultura y el arte estén presente.
Soy Bruno, dueño y Sommelier de Catar, lobense que vivió 10 años en CABA después de terminar la secundaria. Regresé a Lobos para poder llevar adelante este proyecto. El espacio se encuentra en una casa antigua, de más de 100 años, que pertenecía a mi bisabuelo.
“Que lindo sería que Lobos tenga un bar de vinos, no?” Así arrancó todo y acá estamos.
Las Catas se realizan los miercoles desde las 19hs y fines de semana al mediodía, solo con reserva.